martes, 21 de marzo de 2017

CRÍTICA

Hay delitos a los que podemos llamar "silenciosos", ya que se perciben como problemas muy lejanos a nosotros y que no puede afectarnos de forma relevante. Entre estos se encuentran la trata y tráfico de personas.
La trata es un término que se ha utilizado para referirse al acto de captar, poseer o transportar personas para obligarlas a realizar trabajos forzosos o actos de comercio sexual mediante el uso de fuerza, del fraude o de la coacción. Esto no solo se ve con las prostitutas forzadas o los trabajadores explotados, sino también con niños soldados y hasta donantes involuntarios de órganos.
El tráfico es un delito de inmigración a través de fronteras, en el cual la víctima participa de manera voluntaria con la motivación de mejorar su condición de vida y a veces es obligada para pagar deudas por el viaje y que se esconden en contratos de trabajo firmados "voluntariamente".
La Organización Internacional del Trabajo estima que la cifra que genera a nivel mundial la industria del trabajo forzoso y la trata de personas es de 138.872 mil millones de euros anuales, de los cuales un 50% se genera en países desarrollados. También calcula que hay 20,9 millones de víctimas de trata en el mundo y de ellas el 55% son mujeres y niñas y 5,5 millones, niños.
Yo pienso que tanto los gobiernos como la sociedad en general tenemos el deber y la oportunidad de trabajar unidos para investigar estos delitos y desarrollar medidas para minimizar los efectos de este gran problema de carácter global.




2 comentarios:

  1. ¡Hola Lucía! Tristemente el tráfico y la trata de personas son problemas e injusticias graves que todos los días están en movimiento. Por supuesto los gobiernos deberían ser los primeros en involucrarse y echar mano en el asunto, pues tienen, de cierto modo, más poder de acción que una persona ciudadana.
    Pero nosotros tampoco debemos ser menos, y aunque las autridades no se muevan todo lo que deberían, nunca debemos callar y vivir estáticos ante esta realidad.

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  2. tienes toda la razón Daniela, este tema no podemos olvidarlo y debemos luchar para que la situación cambi, porque es de una frialdad extrema que siga existiendo la compra-venta de seres humanos

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